Luego de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) legislativas realizadas en Argentina el 12 de septiembre, se definieron las listas y candidatos a competir en las próximas elecciones generales a celebrarse el 14 de noviembre.

El día 20 de octubre se televisó el debate entre los candidatos que competirán para conquistar escaños para la cámara de diputados nacionales para la Provincia de Buenos Aires (PBA). Los candidatos que se presentaron para debatir fueron los siguientes: Diego Santilli del opositor Juntos (de la fuerza Pro, quien obtuvo 22,80% de los votos y  junto a los votos de Facundo Manes de la Unión Cívica Radical capitalizó 37,9%), Victoria Tolosa Paz del oficialista Frente de Todos (quien obtuvo 33,60% de los votos), el libertario José Luis Espert de Avanza Libertad (quien obtuvo 4,80% de los votos), Nicolás del Caño del Frente de Izquierda y de Trabajadores (quien obtuvo 4,10% de los votos), Florencio Randazzo (de origen peronista, quien conformó su propio frente Vamos con Vos y obtuvo 3,71% de los votos) y Cynthia Hotton (la alternativa cristiana pro-vida del frente Más Valores, quien superó finalmente el piso de 1,5% de los votos, necesario para competir).

Diego Santilli de Juntos proviene del Pro, fuerza que creó Mauricio Macri. Mauricio Macri, culminó su gestión en 2019 luego de cuatro años de gobierno, con un acumulado total de inflación a 2019 que llegó a 53,8%, y una deuda externa que escaló hasta alcanzar u$s 227.000 millones. Tales cifras se articularon con un índice de pobreza que superó el 35% de la población. La clase media perdió gran parte de su poder adquisitivo. Se redujo el presupuesto en Educación y en Salud (la cartera de Salud incluso perdió su categoría ministerial para pasar a ser Secretaría). El 19 de enero de 2016, el entonces presidente Macri, a través de un decreto, incrementó los recursos por coparticipación para la ciudad porteña (de 1,40% a 3,75%). Por otro lado, y de último minuto, Mauricio Macri debía presentarse el mismo día del debate en cuestión, en el juzgado federal de Dolores, por el presunto espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino hundido en 2017, ARA San Juan, pero no se presentó.

Por su parte, el Frente de Todos (FdT) lleva casi dos años de gobierno de Alberto Fernández/Cristina Fernández de Kirchner, y al mes de septiembre la inflación ya se ubica en 52,5%, el dólar oficial se mantiene anclado, y anclado y todo, la inflación no para de escalar. Sanitariamente, aquí y ahora en Argentina alcanzamos la triste cifra de 115.796 muertos a causa del coronavirus (fuente Worldometer). La compra de vacunas en los últimos meses se aceleró, pero en los últimos meses, por eso, probablemente murieron muchas más personas de las que debían fallecer a pesar de haber soportado una cuarentena estricta que parecía no tener fin. La cuarentena interminable al mismo tiempo generó el cierre de varios comercios y pequeñas y medianas empresas, que no pudieron sostenerse luego de meses de inactividad. La pobreza se estima que ya alcanzó al 45% de la población. Vacunatorio vip, celebraciones y festejos vip formaron parte del menú de acciones irregulares del gobierno en funciones. El presidente Alberto Fernández decidió a través de un decreto, descender el porcentaje por coparticipación a la ciudad porteña para trasladar esos recursos a la PBA, gobernada por el oficialista Axel Kicillof, quien debía resolver un conflicto con la policía bonaerense, que se amotinó reclamando aumentos salariales. Así, de un momento a otro, los recursos de la ciudad porteña descendieron y volvieron al mismo porcentaje vigente al inicio del gobierno de Mauricio Macri.

El debate tuvo varios apartados, y probablemente el momento donde quedó más en evidencia quién es quién, quién defiende a quién y el comportamiento de los diferentes candidatos que serán nuestros legisladores, fue cuando se realizó el “mano a mano” entre dos candidatos que debían enfrentarse, elegir una pregunta para que su adversario pueda responderla y luego formular una repregunta. El primero que pudo elegir a quien colocar en frente para debatir fue Santilli y eligió a Tolosa Paz, y Tolosa Paz eligió luego a Santilli.

Con las malas gestiones de ambas fuerzas que se pelean tanto en Argentina, Santilli y Tolosa Paz pudieron hacerse una panzada de “pase de facturas”. Mientras el candidato de Juntos, mucho más políticamente correcto, remarcaba sobre la importancia de que “todos debemos ser iguales ante la ley”, la candidata del FdT, mucho más políticamente incorrecta, le recordaba que, en el día de la fecha (del debate), Mauricio Macri no había acudido al juzgado que lo había citado para que declare por la causa de espionaje a los familiares del submarino hundido. Cuando Tolosa Paz enfatizaba sobre la importancia de lograr igualdad de oportunidades, Santilli le recordaba sobre el vacunatorio de los amigos nacionales y populares o sobre el cumpleaños de la esposa del presidente mientras todos nos quedábamos en casa. Mientras Santilli reclamaba el pésimo manejo de la economía por parte del FdT, Tolosa Paz le recordaba la suculenta deuda externa que legó Macri. Cuando Santilli le recriminaba a la candidata oficialista el abandono de los chicos por la cantidad de tiempo con aulas cerradas, Tolosa Paz recriminaba que Juntos había hecho campaña para que la gente no se vacune. Tolosa Paz preguntaba y repreguntaba, si Santilli pensaba continuar apoyando el amparo presentado por el larretismo ante la Justicia para que los recursos de coparticipación trasladados de capital a la PBA vuelvan a la capital (en alusión a que el presupuesto en seguridad para los bonaerenses dependería de esos fondos, que el Pro reclama ante la Justicia para que vuelvan a la ciudad porteña). Iban y venían los dardos y, lamentablemente para los argentinos de a pie, sobraban los argumentos para inculpar la pésima gestión del bando malvado ajeno.

Cuando le tocó a Espert elegir al candidato para debatir, se enojó por no poder escoger a Tolosa Paz o Santili, protestó contra las reglas del debate, y terminó eligiendo disertar con Del Caño. Y se eligieron mutuamente. Mientras Del Caño le explicaba sobre la Rusia soviética y el final del capitalismo, al mismo tiempo que con sólidos argumentos destacaba la importancia de defender el medio ambiente y la salud y educación públicas, Espert defendía a capa y espada el libre mercado y culpaba al macrismo y al kirchnerismo (más al kirchnerismo) de todas nuestras penurias, interrumpía y por momentos insultaba, y no supo atenerse a respetar las normas más básicas del esquema propuesto para el debate. Del Caño y Espert criticaron a las dos coaliciones que hoy se disputan mayormente el poder, se criticaron entre ellos, y Espert nos dejó en claro que si ocupa un lugar en el Congreso (que lo va a ocupar) va a respetar las reglas que se le canten, y las que no se le canten no.

Llegó el momento del mano a mano entre los dos candidatos que quedaban pendientes de debatir, Cynthia Hotton y Florencio Randazzo. Ambos obtuvieron un escaso caudal de votos en las PASO. Ambos representan ideas bien diferentes, Hotton comulga con valores conservadores, religiosos y apoya una economía más de libre mercado con injerencia de lo social, pero desde una perspectiva más espiritual que sociológica. Randazzo representa las ideas de un Estado más presente que ausente, y comulga con valores más de vanguardia. Así y todo, el respeto de ambos y entre ambos fue de destacar, y el mensaje al resto de los contrincantes fue potente: se puede pensar diferente, muy diferente, y así y todo dialogar.

No poder escuchar propuestas de los adversarios políticos, agraviar al que piensa y opina distinto, que el único argumento existente sea culpar la gestión del otro, y principalmente, no transformar los disensos en consensos y leyes para los argentinos, no parece ser la tarea de un buen legislador.

 

 

Sandra Choroszczucha

Politóloga y Profesora (UBA)

www.sandrach.com.ar