Desde que llegó al poder, Cambiemos se manejó con un norte: que Mauricio Macri María Eugenia Vidal buscarían la reelección en 2019 . Ahora se sabe que los comicios de la Nación y la provincia de Buenos Aires, donde vota el 36% del electorado nacional, se realizarán el mismo día. Resta un detalle no menor: definir quiénes serán los candidatos del oficialismo en 38 de los 135 municipios bonaerenses, un plafón de votos que puede ser clave para cumplir los objetivos reeleccionistas del Presidente y la gobernadora.

Cambiemos gobierna 69 de los 135 partidos provinciales. La mayoría de esos intendentes buscará la reelección. De los 66 distritos en manos de la oposición, hay 37 con dos, tres, cuatro y hasta cinco precandidatos anotados. Los «sin tierra». El municipio 38 es propio: Mar del Plata , también con cinco postulantes. Podría haber alguna sorpresa más.

La sobreoferta en algunos municipios es, en un punto, tentadora. «Nos sirve que haya más de un candidato repartiendo las boletas de Mauricio y María Eugenia», señalan en La Plata, pensando que la primavera electoral de 2017 es cosa del pasado y que, al calor de la crisis y con la boleta presidencial funcionando como lastre en algunos distritos, cada voto que desde la base llegue hasta Vidal será bienvenido.

Aquellos sueños de llegar a gobernar 100 municipios bonaerenses quedaron atrás. Aunque Cambiemos todavía mira con ambición varios distritos peronistas del conurbano, la crisis económica y el repunte peronista en las encuestas hacen que algunos operadores de Vidal piensen más en cómo defender los distritos propios que en sumar.

En ese contexto, cerca de Vidal no ven con desagrado que haya varias internas abiertas, pero no olvidan un detalle: cuando una disputa municipal es intensa, el primer mensaje que se pierde es el que pretende transmitir el laboratorio de Pro. La campaña de Macri y Vidal se desdibuja en esos distritos.

De ahí la necesidad de Cambiemos de ordenar las internas en los municipios donde no se pueda integrar un candidato único y potente. La regla central en los partidos donde gobierna la oposición es que solo podrán participar en una interna quienes tengan una estructura para fiscalizar la votación. «No hay margen para desviar la atención en pujas estériles», señalan en la gobernación. En los distritos opositores más poblados del conurbano, la meta es llegar a un candidato único.

Extraído de La Nación