En medio de un rechazo generalizado y desconfianza de sectores políticos y de la sociedad civil, este jueves el equipo técnico de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició la auditoría a los comicios generales del pasado 20 de octubre.

El canciller Diego Pary fue el encargado de presentar a dos representantes del equipo técnico al sostener que el trabajo lo desarrollarán de forma directa con el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El coordinador del equipo técnico, el mexicano Arturo Espinosa Silis, refirió, en conferencia de prensa, que arribó al país parte del grupo y que en los próximos días éste se completará. Los resultados del trabajo, que se espera dure entre 12 y 14 días, se harán conocer de forma oportuna a través de comunicados de prensa.

“Estaremos haciendo sin duda un trabajo eminentemente técnico y profesional de integridad electoral”, indicó Espinoza Silis.

Cuestionamientos

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en rueda de prensa, expresó sus dudas sobre el alcance del acuerdo que suscribieron el Gobierno y la OEA, porque sólo se establece la revisión de la jornada electoral.

“Hemos visto que la intervención de la OEA en otros países, cual es Venezuela, Nicaragua, Honduras, Colombia, siempre ha venido avalando el proceso como tal, haciéndolo de manera formal, el riesgo que hemos visto en el acuerdo es que va en este mismo camino de un pacto formal revisando simplemente el conteo de votos u otros, hasta hay un punto que nos crea bastante desconfianza”, refirió el monseñor Eugenio Scarpellini a nombre de los obispos de Bolivia.

Acotó que el documento genera mucha susceptibilidad al señalar que “ambas partes, Gobierno y OEA, de manera unilateral, sin justificación, pueden comunicar al otro que interrumpen el proceso de verificación, proceso de verificación en el que no interviene el pueblo, sociedad civil, por eso estamos pidiendo una auditoría que sea mucho más amplia a todo el proceso electoral”.

Comunidad Ciudadana

En un comunicado de la OEA, se indica que el trabajo del equipo se basará en la verificación de cómputos, como actas, papeletas, votos; la verificación del proceso incluye, entre otros, aspectos informáticos, el componente estadístico y de proyecciones, así como el componente de cadena de custodia de las urnas. “Estos puntos fueron expresados en conversación telefónica con el expresidente Carlos Mesa, quien había expresado su acuerdo respecto a los mismos”.

Al respecto y a través de un boletín de prensa, CC sostiene que “la posición invariable” del opositor y su frente “es la de NO aceptar la auditoría mencionada, debido a que el Gobierno del MAS se empeña en dar por válidos los resultados del cómputo realizado por el Tribunal Supremo Electoral y no ha permitido la necesaria participación de representantes de la sociedad civil en el proceso”.