El Gobierno nacional exigió “responsabilidades” para quien llame a la violencia, refiriéndose a Carlos Mesa; y el candidato manifestó que lo que hace es “promover la desobediencia del fraude”.
Estas declaraciones fueron públicas ante los resultados que inicialmente apuntaban a un balotaje y luego, en medio de desconfianza de la oposición, a la victoria de Evo Morales sin opción a la segunda vuelta.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró ayer tras los disturbios registrados durante el recuento de votos de las elecciones presidenciales del domingo que “habrá una responsabilidad política” para aquellos que “quieran llevar al país a un estado de confrontación”.
“Nos llama la atención el hecho de que algunos líderes estén convocando a la violencia, especialmente el candidato Carlos Mesa”, apuntó Romero, en referencia a la llamada a la “movilización” que realizó el candidato de Comunidad Ciudadana tras acusar al Gobierno de Morales de fraude electoral.
Mesa respondió anoche al Ministro durante una entrevista en CNN, y expresó que esto le recuerda el caso de Leopoldo López en Venezuela, “la dictadura venezolana, y la prisión de quién fue acusado sin fundamento alguno” de estar promoviendo la violencia.
“Lo que yo estoy promoviendo es la desobediencia de este fraude y la acción democrática y pacífica para rechazarlo”.
Acotó que no reconocerán “el resultado de una elección que sea manejada de la manera descaradamente fraudulenta cómo se está manejando”.
Mesa argumentó que lo que hacen es dar cumplimiento al mandato de los cabildos realizados en diferentes ciudades del país.
“La sociedad boliviana no conoce un Presidente emanado del fraude (…). Nuestra resistencia es una resistencia de carácter democrático y de carácter civil, y en ningún caso es una acción que vaya a promover la violencia”.
Romero agregó: “Hemos advertido convocatorias públicas y verbales de candidatos que ahora muestran nerviosismo y exasperación”.
El candidato de Comunidad Ciudadana sostuvo que “en condiciones normales”, su organización política hubiera ganado las elecciones nacionales.
“El camino que ha sido un verdadero vía crucis, que hemos enfrentado con toda la valentía de la que somos capaces y con el respaldo popular (…). La cancha inclinada, los recursos ilimitados, la manipulación, la guerra sucia, sumados todos esos elementos el planteamiento para nosotros era que íbamos al muere; y, sin embargo, llegamos el día de ayer (domingo) claramente con todos los indicadores marcando una segunda vuelta que nos llevaría al triunfo”.
Romero llamó a “la calma y la responsabilidad”, y defendió el trabajo del Órgano Electoral Plurinacional calificándolo como “un ente autónomo”.
Además, recordó que ese organismo tiene competencias para “pedir resguardo de la Policía” a la hora de “cuidar los votos a través de los que se han expresado los bolivianos”.
“Nadie tiene derecho a finalizar ese proceso. Si alguien se excede y no mide las consecuencias es su responsabilidad”, afirmó.
Extraído de Opinión