Este martes 12 de noviembre al promediar las 18:50, la senadora Jeanine Áñez asumió la presidencia de Bolivia, en aplicación a la sucesión constitucional y ante la vacancia que existe en ese puesto por las renuncias y el asilo en México al que se acogieron Evo Morales y Álvaro García Linera, y las dimisiones de Adriana Salvatierra y Víctor Borda en las cámaras legislativas. El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) avaló el método de sucesión a través de una resolución.

“Me comprometo a asumir todas las medidas necesarias para pacificar el país”, garantizó la representante opositora, en medio del respaldo de su bancada y otros legisladores de la oposición.

La determinación se asumió tras dos intentos fallidos de sesiones en las cámaras de Diputados y Senadores, por falta de cuórum, debido a la inasistencia de la bancada mayoritaria del Movimiento Al Socialismo (MAS).

La sucesión se basó en el artículo 169 parágrafo I, que señala: “En caso de impedimento o ausencia definitiva de la Presidenta o del Presidente del Estado, será reemplazado en el cargo por el Vicepresidente y, a falta de ésta o éste, por el Presidente del Senado, y a falta de ésta o éste por el Presidente de la Cámara de Diputados. En este último caso, se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”.

Asimismo, el artículo 170 indica que el Presidente del Estado cesará en su mandato por muerte; por renuncia presentada ante la Asamblea Legislativa Plurinacional; por ausencia o impedimento definitivo; por sentencia condenatoria ejecutoriada en materia penal, y por revocatoria del mandato.

El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) validó la sucesión presidencial de Áñez conforme al artículo 169.I de la Carta Magna.

Extraído de Los Tiempos