El candidato de la ultraderecha Jair Bolsonaro se impuso este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, sin embargo deberá ir a un balotaje a finales de este mes al no alcanzar el 50% de votos requeridos para imponerse en la primera vuelta.
De acuerdo con los resultados divulgados por el Tribunal Supremo Electoral, con 97,59% de las urnas escrutadas, el polémico ex capitán del Ejército obtuvo 46,43% de apoyo, seguido por el ex alcade de Sao Paulo, Fernando Haddad, quien asumió la postulación por parte del Partido de los Trabajadores (PT), después de la renuncia a la candidatura del exmandatario Lula da Silva, que logró 28,73% de apoyo del electorado.
En número de votos, la diferencia entre ambos candidatos es significativa, pues Bolsonaro superó los 48 millones, mientras que Haddad alcanzó apenas 30 millones.
Al no obtener ninguno de los aspirantes el 50% más 1 de los votos válidos, ambos deberán medirse en una segunda vuelta, prevista para el 28 de este mes.
146 millones de electores fueron convocados en todo Brasil para participar en estos comicios, en los que además se escogieron 27 gobernadores, 54 senadores, 513 diputados federales y 1.059 diputados estadales.
A lo largo del día se reportaron largas filas de personas en los centros de votación.
«Estas elecciones han mostrado cuán dividido se encuentra Brasil. Los partidarios de la derecha están decididos a no permitir que el Partido de los Trabajadores, que estuvo liderado por el expresidente Lula, vuelva al poder», señaló Katy Watson, corresponsal de la BBC en América del Sur.
«Los electores de izquierda están desesperados para que no resulte electo un hombre a quien consideran como una amenaza para la joven democracia del país. Pero Bolsonaro, un político que promete mano dura contra la delincuencia con leyes menos estrictas para la venta de armas y quien ha hablado con nostalgia sobre la dictadura militar, tiene muchos seguidores», agregó.
Bolsonaro tuvo una participación limitada en la última etapa de la campaña electoral después de ser apuñalado durante un mitin a comienzos de septiembre. Durante su campaña prometió atacar el crimen y la corrupción.
Haddad, por su parte, intentó presentarse como un candidato confiable para los electores que rechazan el estilo y la retórica de Bolsonaro.
«Yo no creo en la violencia, en dictaduras militares o en la restricción de las libertades», dijo en un mensaje en Twitter.
Con información de BBC