La Misión de Observación Electoral enviada por la OEA para evaluar los comicios presidenciales en Brasil elogió este lunes «la exitosa organización de los comicios» pero lamentó «la violencia registrada en la campaña en las calles y en las redes sociales».

En el informe preliminar presentado por los expertos de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) elogió «el espíritu cívico de los brasileños, el éxito de las autoridades para organizar unas elecciones con 147 millones de votantes, la tranquilidad en que transcurrió la jornada y la rapidez y confianza del sistema electrónico de votación y escrutinio».

Sin embargo, la misión, encabezada por la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y compuesta por 30 especialistas de 17 países, manifestó su preocupación ante la agresividad de las campañas y la divulgación masiva de noticias falsas en las redes sociales.

«La misión felicita al presidente electo Jair Bolsonaro por su victoria y a Fernando Haddad por haber reconocido la voluntad expresada por los brasileños en las elecciones. También felicita a la Justicia Electoral por la exitosa organización de las elecciones», aseguró la Misión en su informe.

Pese a los elogios a la organización y la tranquilidad, los observadores manifestaron su preocupación con el ambiente de polarización y con la agresividad en la campaña.

«La Misión condena en especial y enérgicamente el ataque violento durante un mitin contra el ahora presidente electo. La violencia es totalmente inaceptable en contextos electorales y democráticos», asegura el informe al hacer referencia a la cuchillada sufrida por Bolsonaro el 6 de septiembre y que le provocó graves heridas.

«La violencia genera violencia. El atentado simboliza justamente el odio y la polarización contra la que tenemos que luchar», agregó.

Según la OEA, el clima de crispación y de polarización también dejó como víctimas a candidatos, periodistas y simpatizantes políticos, que sufrieron tanto amenazas en las redes como físicas.

«La Misión condena vehementemente cualquier ataque violento y lamenta la ausencia de un diálogo respetuoso, constructivo y propositivo por parte de los actores políticos», concluyó la Misión.

Los observadores también alertaron que la tradicional campaña en los medios de comunicación se transfirió para las redes sociales debido a que los candidatos contaban con pocos minutos y recursos para exponer sus ideas en radio y televisión.

«El debate político se produjo especialmente en las redes sociales. Pero la Misión lamenta el uso irresponsable de esas herramientas por parte de algunos actores políticos», agrega.

«La Misión observó con preocupación la utilización de plataformas para propagar desinformación y lanzar ataques, incluso a las instituciones y al sistema electoral, lo que obligó a la Justicia a remover contenidos difamatorios de internet», añade el informe.

La OEA calificó la diseminación de noticias falsas como uno de los desafíos más complejos.

«Pese a los esfuerzos de Brasil para combatir la desinformación, la proliferación de información falsa se intensificó en la segunda vuelta en plataformas con servicio criptografado, lo que dificulta aún más su combate», alertó.

Sobre el sistema electrónico de votación, cuya fiabilidad llegó a ser cuestionada por el propio Bolsonaro, la OEA dijo que su uso ha permitido la obtención de resultados «rápidos y seguros», así como la reducción de los errores humanos, y ha garantizado transiciones pacíficas del poder.

 

Con información de La Vanguardia y OEA