La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, tendrá el tiempo que necesite para defenderse de las acusaciones en su contra. El presidente, Lenín Moreno, decidió este lunes liberarla de sus funciones para que enfrente una investigación de la Fiscalía por, presuntamente, haber cobrado a sus colaboradores para acceder a un puesto en su equipo. Uno de los asesores que trabajó con Vicuña en su etapa de asambleísta la denunció, con una declaración juramentada ante notario, por haberle exigido pagos de entre 300 y 1.400 dólares mensuales para tener y mantener su puesto de trabajo.

La vicepresidenta matizó, después del anuncio presidencial, que ella misma había solicitado una licencia sin remuneración hasta el 31 de diciembre para preparar su “legítima defensa” sin que “afecte a la gestión del Gobierno” y con el fin de “no distraer el cumplimiento de las múltiples funciones” que el presidente le encomendó en enero de este año. Entonces, María Alejandra Vicuña fue elegida como vicepresidenta en sustitución de Jorge Glas, que está en prisión por su implicación en el caso Odebrecht. Sus funciones las asumirá de forma provisional José Agusto Briones, que además sustituirá al anterior secretario general de Presidencia, Eduardo Jurado. Este último también está cuestionado por su participación en una empresa que cobraba seguros a los ciudadanos sin autorización expresa a través de las cuentas bancarias.

Caras nuevas en el gabinete

La decisión de “liberar” a la número dos del Ejecutivo coincidió este lunes con otra renovación del gabinete ministerial. Hace dos semanas, el presidente Moreno solicitó la renuncia a todos sus ministros, como ya hizo en mayo pasado, para hacer una evaluación de su desempeño. Como resultado, el mandatario ha decidido ejecutar siete cambios entre los que se incluye la sustitución de dos correístas significados que aún quedaban en el Gobierno. En octubre, el secretario nacional de Comunicación, Andrés Michelena, ya había reprochado que Ecuador tenga “enquistados topos correístas” que frenan las decisiones presidenciales. Pero no aludió a nadie en específico.

Fander Falconí, exministro de Educación tuvo varios cargos en el Ejecutivo de Rafael Correa y este lunes ha sido reemplazado por Milton Luna, tras las discrepancias manifestadas públicamente contra el presupuesto general del próximo año. “Implica un desprecio a la educación pública y tiene graves errores técnicos. Para 2019, no habría un solo centavo para el mantenimiento de 12.333 unidades educativas públicas del país”, protestó Falconí. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, fue ratificado en su cargo la semana pasada por el presidente.

También renovó la confianza la ministra de Interior, María Paula Romo, que añadirá a su cartera la secretaria de Gestión de la Política. Ese cargo lo ocupaba hasta ahora Paúl Granda, que fue alcalde de Cuenca cuatro años por Alianza PAIS durante el mandato de Correa. Por último, se cubrió la vacante en el ministerio de Ambiente y se reemplazaron las cabezas del Centro de Inteligencia Estratégico, del ministerio de Turismo y de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.

Extraído de El País