Luego de las últimas elecciones seccionales celebradas el 24 de marzo de 2019 la sociedad ecuatoriana vio crecer nuevamente al correísmo con importantes victorias que le permiten posicionarse como una fuerte oposición política al actual gobierno del presidente Lenin Moreno.

Desde el 2017 Rafael Correa reside en Bélgica junto a su familia, aislado de las 16 causas abiertas en la justicia de su país de origen, que siguen su curso. Sin embargo, esto no le impidió al movimiento correista participar de las elecciones que, sin contar con un partido propio, logró colocar a sus candidatos en una organización política prestada para participar de los comicios, llamada Fuerza Compromiso Social (FCS), la cual fue apoyada por el exmandatario desde el exterior por medio de sus redes sociales dando lugar a una telecampaña.

En este contexto fue el primer llamado a las urnas desde que Correa fue sucedido por Moreno. El resultado que afloró de las elecciones sirvió para recordarle tanto a la oposición como al actual presidente que la sociedad ecuatoriana todavía confía en el exmandatario.

Para quienes son partidarios de Alianza PAIS el correísmo obtuvo una pequeña victoria, lo esperado si hablamos en términos del alcance de la popularidad de un exmandatario. Por otra parte, para los partidarios de Correa esta victoria es de gran importancia, ya que, no sólo demuestra que el correísmo sigue vigente, sino que también muestra que hay una parte de la ciudadanía que sigue apoyando a Rafael Correa, esto fue lo que le permitió consolidarse en las urnas. Sobre este tema, Simón Pachano, especialista en democracia, partidos y elecciones de la Facultad de Latinoamérica de Ciencias Sociales en Ecuador (FLACSO), expresó para RFI Noticias de América que es necesario realizar un análisis equilibrado de la situación porque “la votación no fue alta, significativa. Obviamente es una muestra de que sigue vivo el correísmo, pero con un nivel bastante más bajo”. Agregó que “estas elecciones tienen una lógica diferente a las nacionales, es decir que se juegan asuntos más bien de carácter local, de carácter territorial, no se juegan asuntos nacionales, que es cuando se mide la fuerza de los partidos’’.

Cabe mencionar que el partido oficialista Alianza PAÍS, liderado por Moreno luego de la salida de Correa y su posterior división interna, en dichas elecciones optó por la estrategia de no presentar candidatos propios. Esta jugada electoral dificulta leer los resultados alcanzados por el gobierno en las elecciones. Según Simón Pachano ‘‘esta estrategia fue un acierto porque la popularidad, el grado de apoyo que tiene el presidente es muy bajo y eso habría perjudicado a los candidatos”. Para explicar un poco porqué existe un desencanto en los ciudadanos ecuatorianos respecto al gobierno de Moreno, el politólogo menciona: “Creo que es básicamente por la situación económica. El gobierno no ha logrado hasta este momento tener un plan económico de reactivación, de recuperación de niveles salariales de la gente, de empleo”. Esto, sumado al nuevo acuerdo que firmó el presidente con el Fondo Monetario Internacional, es un escenario propicio para el correísmo, en el cual puede hacer eco de las quejas de los ciudadanos y con esto tratar de recuperar la confianza en la imagen de Rafael Correa­.

Debe mencionarse que el contexto económico actual de Ecuador está direccionado por el nuevo plan económico acordado con el FMI. El mismo debería cumplir con los objetivos que menciona en su análisis de la economía ecuatoriana: “generar empleo, proteger a los pobres y grupos más vulnerables y apuntalar la lucha contra la corrupción”. A pesar de que el FMI afirma “que el plan está respaldado por un acuerdo de USD 4.200 millones y dará a Ecuador el impulso necesario para restablecer un crecimiento sostenible que beneficie a todos los ecuatorianos”, esto hasta el momento no se ve reflejado de forma efectiva en la economía de cada ciudadano.

Ambos partidos, Fuerza Compromiso Social liderado por Correa y Alianza PAIS liderado por Moreno, tienen un año y medio hasta las elecciones presidenciales del 2021.  Dependerá de sus acciones y el compromiso que demuestren para con la sociedad ecuatoriana, que no se encuentra completamente conforme con ninguno de los extremos, ganarse al resto de los votantes que para los próximos años definirán las elecciones. Desde luego Moreno tiene mayor ventaja, ya que, el líder de la oposición se encuentra fuera del país. Con esto a su favor deberá, por medio de sus políticas, recuperar a los electores que perdió. Es una prioridad para el actual mandatario comenzar a prestar mayor atención al descontento de sus electores, sobre todo en el plano económico.

 

Por María Paula Lami. Voluntaria de DemoAmlat.