Un análisis profundo del contexto político con que Brasil llegó a este año electoral, y de cómo puede ser el devenir luego de las elecciones.

 

Autor: Gonzalo Inchauspe

 

Esta semana entrevistamos a Álvaro Ribadenira, un joven consultor ecuatoriano con una vasta experiencia en nuestra región; despeñó roles importantes en procesos políticos de Argentina, Ecuador. Paraguay y Brasil. Inició su carrera trabajando en la consultora de Jaime Duran Barba y actualmente se encuentra manejando su propia consultora en Paraguay. No podíamos dejar de consultarlo a propósito de las elecciones de Brasil, ya que trabajó en las últimas elecciones presidenciales del país, y estuvo viviendo dos años en Nordeste Brasileño, donde tenía varios clientes.

 

 

  1. ¿Puedes comentarnos acerca del contexto político en que se presentan estas elecciones? ¿Qué es lo que se percibe en la calle? ¿Qué sucede en la sociedad?

 

Brasil llega a estas elecciones en uno de los momentos políticamente más complicados de su historia. Los escándalos de corrupción, la prisión de Lula, la mala imagen de un gobierno de “políticos” considerado por gran parte de la población como “golpistas”, hicieron que el año electoral sea completamente diferente a lo que se vivió antes.

 

Existe en la gente en un deseo de cambio muy alto; en la mayoría de las encuestas se podía ver que más de un 70% de las personas quieren un cambio. Ahora hay una extraña particularidad. Ese deseo de cambio no fue escuchado por la clase política brasilera y la oferta política en su mayoría representa una continuidad de un sistema desgastado. Es decir, existe una oferta que no responde a la demanda de cambio. Esta situación, en parte, explica también el meteórico ascenso de Jair Bolsonaro.

 

Además, las encuestas que he trabajado en los últimos años nos dicen que los principales problemas del país son la seguridad ciudadana, los problemas económicos y la corrupción; nada muy lejano a lo que Latinobarómetro nos muestra que está pasando en la región.

 

  1. Usted que conoce bien al electorado brasileño, ¿qué características tienen los votantes?, si es que se puede hacer una única clasificación, claro está, puesto que, siendo un país tan grande, debe resultar muy complejo analizarlo o reducir sus variantes.

 

Brasil es un continente en sí mismo, con un electorado diverso. El voto cambia mucho según la región. Por ejemplo, en noreste, donde he trabajado mucho, encontramos un electorado en general menos educado, mucho más dependiente de planes sociales, como el famoso “Bolsa Familia” y, de hecho, no es de extrañarse que en esta región existan muchos “coronelismos”, es decir líderes fuertes, sobre todo vinculados a familias que han estado en el poder local o en el congreso durante mucho años y a la vez es tal vez la región donde el PT y, sobre todo Lula, tienen una gran fuerza.

Por ejemplo: en una encuesta de la elección 2014, en el estado de Ceará, Lula tenía 90% de imagen positiva. Dos años después (2016) – y después de todos los escándalos, declaraciones ante la justicia, etc. – la imagen de Lula cae a un 84%. Es decir, a pesar de la crisis y los golpes que recibió el ex presidente en esta región continúa con una fuerza increíble.

 

Por otro lado, en el sur del país, donde existe mayor crecimiento económico, está más ligado a ciudades como Sao Paulo, Belo Horizonte, Porto Alegre, Río, encontramos un electorado más abierto, donde, si bien los partidos tradicionales mantienen una fuerte influencia (sobre todo por las leyes hechas a medida y la protección de grandes medios), encontramos el surgimiento de nuevos movimientos u organizaciones que buscan oxigenar la política Brasilera. Han nacido varias ONGs, Think Thanks y hasta partidos políticos.

 

Una característica que se presenta de manera general en todo el país, como te mencione antes es el deseo de cambio y esta tendencia crece sobre todo en los jóvenes.

 

 

  1. Siempre se habla del poder electoral de la Iglesia Evangélica ¿Es tan influyente como dicen? 

 

Sin duda, las iglesias evangélicas se están convirtiendo en un segmento fundamental en las elecciones. Cuando uno se pone a ver la composición demográfica de Brasil, los fieles de las iglesias cristianas no católicas ya representan casi un 30% de la población; y son un electorado organizado y altamente obediente. De hecho, el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, fue obispo de la Iglesia Universal y la llamada “bancada evangélica”. Estos movimientos crecen elección tras elección, tanto en el Congreso como en las legislaturas estatales.

 

 

  1. En este sentido hemos visto en las encuestas que muchos votantes de Lula se trasvasaron a Bolsonaro. ¿Cómo se explica este fenómeno?

 

Como dije, más del 70% de la gente quiere un cambio, y los partidos no hacen más que presentar las mismas caras de siempre, con un discurso endogámico y alejado de la sociedad.

 

En cambio, Jair Bolsonario (JB) viene hace un año trabajando su imagen y posicionándose con la gente, mientras los políticos tradicionales hacían pactos y alianzas buscando agregar partidos a su base electoral. JB viene trabajando mucho el cara a cara, redes sociales y, sobre todo, un discurso orientado a las personas. Por otro lado, para el stablishment, Bolsanaro siempre fue considerado un loco, un outsider y esto la gente lo ve con buenos ojos.

 

Entonces JB tiene a su favor el factor cambio, sumado a esto, su discurso en seguridad, si bien es extremo, representa un sentimiento de la mayoría de las personas que están hartas de la inseguridad. Te voy a poner un ejemplo para que lo puedas entender un poco mejor: En una encuesta que hice para una ciudad en el Estado de Pernambuco, en el Noreste, preguntamos por el tema de la inseguridad. El 63% de la población nos dijo que había sufrido personalmente, o en su familia, un hecho delictivo en los últimos 3 meses. Es decir, la situación es casi alarmante y las personas lo están sintiendo en carne propia. Entonces, un discurso de un candidato que dice que a los bandidos hay que matarlos es altamente aceptado.

 

  1. ¿Qué cree que es lo que prima entre los votantes de Bolsonaro: gente convencida de su discurso, o gente que lo vota para darle una lección a los de siempre, es decir, el “Voto bronca”?

 

El voto de Bolsonaro viene principalmente por el lado del cambio, es una figura distinta. A pesar de ser Diputado desde 1991, es visto como una figura no tradicional y distinta. Es un cambio, porque antes era el loco del Congreso, pero ante una realidad donde todos los políticos tradicionales son vistos como corruptos, el “loco”, el que no tiene ni nunca tuvo denuncias de corrupción, el que no pertenece a ningún partido tradicional, se convierte en la principal opción.

 

Por otro lado, Bolsonaro gana mucha popularidad dentro del segmento conservador, representado en gran parte por las iglesias evangélicas, que ven con buenos ojos sus ideas. Te doy un ejemplo: durante la campaña se lo viene criticando mucho por su postura homofóbica, contra el matrimonio gay o por comentarios machistas del estilo “el lugar de la mujer es la casa”, sin embargo hay un segmento conservador, evangélico que comulga con estas ideas.

 

  1. Todos sabemos que, por el sistema electoral, los diputados que ingresen a la Cámara lo harán por los resultados de la primera vuelta. Esto nos presenta un panorama con un voto muy fragmentado y una gran dispersión de poder, ¿cómo crees que el sistema político Brasilero va a llevar esto; el gobierno que asuma lo hará en una posición de debilidad o está acostumbrado a conformar coaliciones?

 

La verdad es que tengo mucha incertidumbre sobre el que pasará en el futuro. En Brasil, históricamente se ha tenido que formar coaliciones. Cuando gobernaba el PSDB, necesitaba el apoyo del MDB y de otros partidos, así mismo el PT contó con apoyo del MDB y otros partidos de la izquierda o del centro. Sin embargo, por ahora, esta elección nos presenta una situación única: los candidatos que pasan a segunda vuelta son los menos deseables por el actual stablishment de Brasilia, está pasando Jair Bolsonaro, alguien que no es querido por nadie, o Fernando Haddad, el candidato del PT, partido que después del impeachment se quedó con muy pocos “amigos”. Va a ser necesario conformar coaliciones y buscar aliados en el congreso, ahora el cómo será un gran desafío.

 

  1. Por último, se han leído declaraciones anti sistemas de los que hoy parecieran que llegarán a la segunda vuelta, Bolsonaro y dirigentes del PT, quienes insinuan que, si no ganan ellos, no acatarían el resultado. ¿Crees que simplemente son estrategias electorales o que realmente existe un riesgo institucional?

 

No creo que exista un riesgo desde ese lado. Por cómo está la carrera electoral uno de estos 2 candidatos va a ganar. Es la pesadilla del stablishment de Brasilia y de la TV Globo. El riesgo me parece estará a futuro, cuando un candidato poco querido sea electo (si la tendencia continua) y tenga que negociar con el Congreso.