El diálogo que actualmente se está desarrollando la nación hondureña apunta a una resolución pacífica de los conflictos derivados de las elecciones presidenciales del 2017. En estos comicios el líder opositor Salvador Nasralla objetó que hubo fraude por parte del Tribunal Supremo Electoral para que los comicios fueran ganados por el actual mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández.

Luego de cuatro mesas de trabajo, el representante del partido Salvador de Honduras, Tony García, dijo este lunes que las posibilidades de instalar una quinta mesa en el Diálogo Político, como lo demandan los partidos minoritarios, “se ve difícil” porque para que eso suceda se debería volver a firmar un nuevo acuerdo que no fue fácil de lograr.

“Hoy es una reunión importante porque por primera vez se va a reunir la comisión política con las cuatro corrientes políticas constituida por el Ministro Ebal Díaz, Julio Larios, Maribel Espinoza, Luis Colindres y yo”, dijo inicialmente García a Radio América.

Por su parte, el presidente del Partido Democracia Cristiana de Honduras (PDCH), Marco Antonio Reyes, dijo que ese instituto político no asistirá al Diálogo porque «no es incluyente», pues no hay igualdad de condiciones para las fuerzas políticas minoritarias.

“Nosotros ratificamos que no vamos a participar en un diálogo que favorezca a grupos, personas o partidos políticos, hemos dicho que debemos estar en un diálogo que sea incluyente, que permita a todos los sectores de la sociedad hondureña, que los resultados del consenso que se alcance abarque temas no solo de carácter político, sino social y económicos”, expresó el representante de Democracia Cristiana.

Tony García indicó que una quinta mesa de para debatir los aspectos demandados por los partidos pequeños sí es viable, pero luego de que termine el diálogo político: “si pensamos que una quinta mesa como se habla de temas económicos, políticos y sociales, es importante, no le quitemos el mérito, consideramos que debería ocurrir en noviembre cuando haya terminado el Diálogo Político”.

El proceso de diálogo, que además es supervisado por la ONU, apunta a una resolución concensuada sobre la nueva estructura del Tribunal Superior Electoral, varias reformas a la Ley Electoral, y desarrollo en materia de Derechos Humanos, así como también al conflicto derivado de los comicios presidenciales del 2017.