Miguel Guzmán Villarroel

Administrador Público, de la Universidad de Los Lagos, Puerto Montt, Chile, que ha desempeñado funciones profesionales en el Instituto Nacional de la Juventud, Gobernación de Magallanes, e Instituto Nacional de Estadística, y empresas privadas. Además de relatorías en seguridad ciudadanía, formulación de proyectos sociales, gestión por competencias laborales. Y asesorías en investigaciones sociales y académicas.

El triunfo de la opción rechazo en el plebiscito del 04 de septiembre de 2022, puede tener diferentes causas y razones, mas cuando se visualiza que la opción por una nueva carta magna obtuvo un 78% en el plebiscito de entrada, muy diferente al escaso 38% que se manifestó a favor de la nueva constitución en el plebiscito de salida.

Entre las razones podemos visualizar las criticas al texto, tal como señala Molina (2022)[1], quien manifiesta si bien “importantes constitucionalistas internacionales destacaron la calidad y las innovaciones en la propuesta constitucional […] el texto enfrento varias criticas dentro del país”, además, en palabras del sociólogo Alberto Mayol, “la Constitución no podía comunicar nada, y no podía hacerlo porque no hablaba el mismo idioma que las personas” [2].

Otro hecho que señala Molina (2022)[3] como causante del triunfo del rechazo, es la evaluación de la propia convención, donde “las controversias en el desarrollo de la Convención Constitucional y las dificultades para comunicar su trabajo fueron generando distancia con parte de la ciudadanía”, lo cual se puede complementar con lo planteado por Radovic y Gómez (2022)[4], cuando citando a diverso sociólogos establecen que existieron hechos como conflictos, fraudes (inventos de enfermedades), procedimientos pocos éticos y morales (votar mientras se estaba en la ducha) que hicieron visualizar que la convención tenía actitudes muy parecidas a la de la política tradicional, con lo cual se fue perdiendo la esperanza inicial que estaba centrada en este cuerpo convencional.

Un hecho que no se puede dejar pasar por alto, cuando se estudian las causas del triunfo del rechazo, es la idea que tanto las fuerzas políticas que trabajaban por el apruebo como aquellas que defendían la opción rechazo, por cierto, manifestaran indirectamente que “el resultado de la votación bien podría representar la oposición al texto propuesto y no el rechazo a un cambio constitucional”[5].

Mabel Cobos (2022)[6], igualmente plantea algunas razones para explicar el triunfo del rechazo en el plebiscito, centrando su análisis por ejemplo en el maximalismo o como lo denomina el autor del presente artículo, “querer solucionarlo todo con la constitución”, Cobos (2022)[7], en relacion al maximalismo señala haciendo eco de lo manifestado por Diana Aurenque, en su articulo de El País que “el maximalismo progresista de la propuesta fue quizás su mayor belleza ideológica, pero a la vez su mayor error estratégico”, así los derechos mas exigidos en el desarrollo del estallido social o despertar de Chile, como mejor educación, mejores pensiones, mejor salud, vivienda digna, trabajo digno, se perdieron en un océano de artículos, que si bien eran necesarios y oportunos, opacaron a las reales y urgentes necesidades de la población que se movilizo principalmente entre los meses de octubre y noviembre del año 2019.

Como igualmente, el maximizar derechos tuvo como efecto el quitar votos importantes para la opción apruebo, en específico el voto cristiano, que como se han visto en otras elecciones, por ejemplo en las elecciones nacionales de Brasil 2022, es un tipo de voto duro, por lo cual al menos es necesario consultarse, si ante tanta necesidad de derechos sociales, era pertinente colocar  derechos sexuales en el proyecto constitucional, a juicio del autor del artículo, la respuesta es positiva, por el derecho de las mujeres a una sexualidad libre, pero por el resultado del plebiscito es al menos un tema digno de debatir, pues queramos reconocerlo o no, para el voto cristiano hay temas como los valóricos que no se transan.

Otro hecho mencionado por Cobos (2022)[8] es que algunas personas visualizaron el plebiscito como una respuesta a la pregunta: ¿Aprueba o rechaza el actual gobierno de Gabriel Boric?, lo cual sin duda, fue aprovechado por las fuerzas opositoras, por tanto, podemos visualizar que fue un error del gobierno el jugarse parte de su capital político en el plebiscito, y por otro lado, podemos ver que esto fue un aprovechamiento de las ideas opositoras al actual gobierno, pues lo vinculaban directamente con el miedo que trataban de instaurar a través de fake news o desinformaciones.

Entonces, es pertinente preguntarse ¿Qué son las fake news?, ¿Cuál es su importancia o injerencia en un proceso electoral?, ¿Cómo se vinculan con las redes sociales?, ¿Qué es la posverdad? y finalmente ver si esta situación realmente sucedió en Chile durante el ejercicio de la convención constitucional, y más en el proceso electoral que termino con el resultado del triunfo del rechazo.

Mas recordando, la idea de constitucionalistas internacionales que habían calificado el texto como de calidad, y que, si bien maximizaba los derechos, era una gran oportunidad para tener un país mas justo, equitativo, donde el bien común sea mas que un concepto, y donde el deseo de obtener derechos sociales, que fueron el sentir y motor de la ciudadanía aquel 18 de octubre de 2019, se transformara en una realidad. Por lo cual era impensado que resultara rechazado, como finalmente ocurrió.

Entonces, tratemos de responder las preguntas que nos surgían al analizar el triunfo del rechazo, en lo vinculado con las desinformaciones, y lo primero que encontraremos es que en diferentes procesos políticos y electorales, nos topamos con el termino posverdad, que Olmo y Romero (2019)[9], establecen citando diversos eventos históricos (Irán-Contras, la presidencia de George Bush tras los episodios del 11 de septiembre de 2001, entre otros) como aquel concepto que se vincula con la predisposición de la opinión pública a admitir mentiras, lo cual por cierto genera crisis de confianza, en si hablamos de “mentira emotiva, esto es, la distorsión deliberada de la realidad con el fin de crear y modelar la opinión publica e influir en las actitudes sociales”[10].

En tanto, la desinformación puede ser entendida como “la difusión intencionada de información no rigurosa que busca minar la confianza pública, distorsionar los hechos, transmitir una determinada forma de percibir la realidad y explotar vulnerabilidades con el objetivo de desestabilizar”[11]. Y el objetivo, por cierto, de crear desinformación en procesos electorales, es obtener ventajas políticas, aunque eso signifique minar los valores democráticos.

Y otro concepto, presente últimamente en cada proceso electoral son las conocidas “fake news” que se vinculan con los otros términos antes citados, pero en este caso se trata específicamente de “la divulgación de noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación”[12], el peligro recae cuando estas mismas noticas son replicadas en innumerables sitios y ocasiones, lo cual genera un circulo vicioso en cuestión de minutos.

Por tanto, si consideramos que, en la política electoral, prima más la emoción que la racionalidad, y que la desinformación, posverdad y fake news están presentes, podemos pensar que estas pueden construir una base política, que marque el devenir de un proceso electoral.

Mas cuando la información ya no solo circula por radios, televisión o sitios de internet, sino también por redes sociales, siendo un insumo para el día a día de los procesos electorales, por lo cual es necesario considerar lo manifestado por Mosqueda (2020)[13], en relación al estudio de Statita que señala que una persona en promedio pasa 7 horas del día conectado a internet, este hecho, sin duda, debe ser comprendido y entendido en su naturaleza ya que las personas están mas expuestas a información falsa que ya no es producto de la casualidad, sino que tiene por objeto como se manifestaba anteriormente cambiar la percepción de las personas, quienes incluso realizan la acción de discriminar el tipo de información que están obteniendo, principalmente por la inmediatez con la cual buscan estar informado.

Y, por cierto, Chile no estuvo exento a la situación antes descrita, es más algunos como el autor de este artículo, cree y siente que fue uno de los motivos principales porque se impuso el rechazo en el plebiscito que buscaba ratificar el texto propuesto por la Convención Constitucional para ser la Carta Magna que guiara los destinos de un nuevo Chile.

Esta idea encuentra soporte teórico por ejemplo en lo que plantea Ramírez (2022)[14], cuando señala que, desde el inicio del trabajo de la Convención Constituyente, existió “información sesgada, noticias falsas, contenidos inciviles y ataques directos a los miembros de izquierda, especialmente a los representantes de pueblos originarios”, todo lo cual tenia como finalidad afectar la deliberación democrática, a través de fake news y desinformación en redes sociales, e incluso en actuaciones de convencionales que distribuían información falsa en forma física o frases que aparecían en portada de diarios de circulación nacional, en temas tan sensibles como las pensiones, esto queda reflejado en lo planteado por Chávez y Lagos (2022)[15], quienes citando un estudio realizado por la Plataforma Contexto, señalan que “durante el año 2022 hubo un total de 876 publicaciones por parte de 103 convencionales respecto a desinformaciones y fake news”.

Es interesante igualmente visualizar que lo planteado por Chávez y Lagos (2022)[16], en relación a las características de las fake news, se dieron claramente en el proceso electoral vinculado con el plebiscito de salida que se ejecuto en Chile, así nos encontramos que prevalecieron los sesgos ideológicos principalmente de derecha; se exacerbaban las emociones, en especial el miedo; contaban con titulares atractivos y tendientes a exagerar; y su escritura utilizan mayúsculas, pronombres personales, y lenguaje informal.

Y además, se dificultaba la capacidad de derribar dichas desinformaciones o falsedades, pues la mayoría provenía de convencionales con capacidad de influir en las emociones de la ciudadanía, ya sea por ser reconocidos políticos o bien por ser lideres de opinión, quienes vieron en este proceso electoral el espacio o el campo fértil para propagar, manipular y hacer circular todo tipo de información, dejando en manos de la ciudadanía la capacidad de discernir entre la verdad o la falsedad del concepto, idea, o afirmación que daban estos lideres sociales y políticos en torno al articulado de la constitución.

Este discernimiento como explica la psicología social, se encuentra directamente vinculado con la teoría que manifiesta que “estamos mas dispuestos a aceptar información nueva que reafirma lo que ya conocemos o creemos (sesgo de confirmación) y, por el contrario, más reticentes a incorporar antecedentes que contradicen nuestras convicciones”[17], por tanto, una persona que fuese critica sin leer siquiera el texto constitucional propuesto, encontraba un caldo de cultivo en las afirmaciones leídas o escuchadas, sin detenerse a analizar la veracidad de tal comentario, cita o respuesta, esto porque se apelaba a la emocionalidad de la situación.

Pues si bien no hay evidencia a ciencia cierta si una desinformación o fake news inclina el voto hacia determina opción, lo claro es que este tipo de estrategias es utilizado por cuando afecta la decisión final del votante. Y en Chile existían 388 posibilidades de manejar la información, a partir de desinformar o de fake news, pues eran 388 artículos los que componían el proyecto constitucional, pero, así como se ha dicho en el presente articulo que las principales fake news o desinformaciones venían desde el sector del rechazo.

Y lo más paradójico es que incluso las fake news o la desinformación relacionada con el rechazo, iban más allá del texto propiamente tal, pues se vinculaban tanto con el proyecto constitucional directamente, e incluso con factores que rayaban lo pitoniso, en cuanto a las consecuencias que el aprobarse el texto podría ocasionar para el devenir social, económico, y político de Chile. Como lo demuestran los casos citados por Zúñiga (2022)[18], al mencionar que las fake news iban desde la eliminación de la bandera hasta poder abortar a los nueve meses, pasando por la eliminación de la policía uniformada, que los fondos de pensiones no serían heredables y que los mapuches quedarían indemnes en caso de cometer delitos. Además, de estas desinformaciones podemos citar aquellas que se vinculan el honor de una de las instituciones que mejor funcionan en Chile, como es el Servicio Electoral, al señalar que se podían manejar los resultados para que la opción apruebo saliera triunfadora.

Lo anterior, queda demostrado igualmente en la investigación realizada por CIPER (2022)[19] denominada “120 residentes de 12 comunas populares de la región metropolitana explican por qué votaron rechazo”, estudiante mediante el cual se recogieron argumentos directamente desde la ciudadanía, y entre las respuestas mas repetidas estaban que el Estado se apropiaría de las viviendas o igual que los fondos de pensiones no serían heredables, que se dividiría el país, como igualmente, otras personas manifestaban las otras razones propuestas en el presente artículo para explicar el triunfo del rechazo, como ser que era un voto de castigo al gobierno y otros manifestaban que habían rechazado pues rechazaban el aborto, es decir, lo teórico era probado en lo práctico a través de esta investigación.

Esta es la prueba empírica que la desinformación, las fake news, la posverdad, las interpretaciones subjetivas, es decir, las noticias falsas jugaron un rol preponderante en el resultado electoral, así en el subconsciente de las personas se crearon irrealidades a partir de la información que era entregada por los lideres del rechazo, pues ninguna de las razones vinculadas directamente con el texto eran reales o validas, ya que en ningún capitulo se hablaba de expropiar o no heredar las viviendas o las pensiones, o un aborto sin limite de tiempo de gestación, o eliminar a la policía uniformada, o la eliminación de la educación subvencionada o privada,  sino bien algunos de estos temas eran entregados a una futura discusión parlamentaria.

Igualmente, es interesante de visualizar que el Servicio Electoral, recibió 202 denuncias por utilización de interpretaciones mañosas o falsedades, como lo denomina Herrera, Toro y Segovia (2022)[20], pero no pudo ejecutar ninguna acción ya que existe un vacio legal al respecto, no teniendo siquiera facultades para investigar menos para sancionar, donde además, se encontraría con un factor constitucional como es la libertad de opinión y expresión, por lo cual como señalan los autores antes citados mentir en las campañas sale gratis, más cuando las campañas actuales utilizan las redes sociales donde en diversas ocasiones no se puede identificar a quien realiza la publicación, o bien se difunden folletos sin firmas en lugares públicos.

Por tanto, no es de extrañar lo citado por Herrera, Toro y Segovia (2022)[21], quienes citando una encuesta de la Universidad Alberto Hurtado junto a Criteria, hacen eco sobre que “el 71% de quienes votaron Apruebo estiman que “la campaña electoral del plebiscito fue sucia, con mucha desinformación y mentiras sobre las opciones”. El 36% de quienes votaron Rechazo piensa lo mismo. Solo el 17% de las personas encuestadas consideró que los ciudadanos estaban muy informados a la hora de votar, mientras que el 56% señaló que los votantes estaban nada o poco informados”.

A tal punto llego esta situación, que congresistas de Estados Unidos acusaron campaña de desinformación en redes sociales como meta, twitter, y tiktok, con motivo del plebiscito, estableciendo en la carta que enviaron a estas compañías que “las corporaciones tecnológicas como las suyas tienen la obligación de garantizar que sus plataformas no sirvan para difundir odio, mentiras y desinformación”[22].

Entonces, la pregunta que podríamos realizarnos es: ¿Por qué no legislar al respecto?, más que como se puntualizó anteriormente el SERVEL puede recibir denuncias pero no tiene injerencia legal para actuar ante las fake news y la desinformación, y que el mismo organismo encuentra poco razonable el tener que controlar el contenido de las comunicaciones privadas, e incluso peligroso el calificar como verdadera o falsa una información, por lo cual, la respuesta debería venir desde el parlamento, y es así como parlamentarios de diversas tendencias políticas[23], encuentran que se deben buscar fórmulas y métodos para resolver el problema de las desinformación en las campañas.

Incluso, existen diversos proyectos de ley presentados por congresistas chilenos que se vinculan directamente con la difusión de fake news, entre estos un proyecto de ley[24] originado a partir de la situación que se dio con las desinformaciones que acompañaron todo el proceso constituyente, señalando este proyecto legal que “es deber del Estado informar a la ciudadanía sobre las practicas maliciosas y de engaño de las noticias falsas, alentando a los medios de comunicación social en cualquier tipo de su suporte o plataforma a tomar medidas para aumentar la transparencia y reducir la desinformación. Asimismo, mejorar la coordinación entre los organismos gubernamentales responsables de identificar amenazas, tácticas y vulnerabilidades de la desinformación”.

En tanto, el articulo 4 del proyecto de ley, propone agregar en el Código Penal un nuevo Artículo 214° bis que señale que “es difusión de noticias falsas la información inexacta o engañosa que pretende causar daño de forma maliciosa y que altera la veracidad de la realidad difundida en forma deliberada”.

A través de agregar un nuevo articulo 214° ter al Código Penal, el artículo 5to del proyecto de ley, señala que “comete delito de difusión de noticias falsas quien maliciosamente elabore, difunda, promocione, financie o utilice noticias que sean manifiestamente falsas, inexactas o engañosas de forma deliberada y que causen perjuicio valiéndose de medios de comunicación social, cualquiera sea el soporte o instrumento de forma personal o automatizada. A quien cometiera lo descrito en el inciso precedente, se le aplicará la pena de presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco a diez unidades tributarias mensuales”.

En tanto, en relación a los candidatos y candidatas el artículo 6° señala que se debe agregar un nuevo artículo 214° quater en el Código Penal, donde se señale tácitamente que si esta persona difundiera noticias falsas “quedara inhabilitado para el proceso electoral en curso y no podrá postular a cargos de elección popular durante cinco años”, y un nuevo artículo 214° en el Código Penal quinquies señalaría que “la persona que cometiere el delito de difusión de noticias siendo autoridad elegida por elección popular, cesará en su cargo y no podrá postular a cargos de elección popular durante cinco años”.

Este proyecto de ley fue iniciado por los Honorables Diputado de la República, Nelson Venegas Salazar, Catalina Pérez Salinas, Tomas de Rentería Venegas, Daniel Melo Contreras y Danisa Astudillo Peiretti.

No obstante, este nuevo acercamiento legal a solucionar el tema de las desinformaciones, nos encontramos como se postulo anteriormente con el derecho constitucional de la libertad de opinión y expresión, situación legal que por ejemplo es tratada por Florencia Bossi (2021)[25], quien expresa que por ejemplo, la Sociedad Interamericana de Prensa en el año 2020, manifestaba su preocupación en torno a proyectos legislativos parecidos al anteriormente señalado, ya que tales proyectos pueden ser una restricción en diversos aspectos de la libertad de prensa y expresión, idea que se complementa al considerarse tales derechos como parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como del Pacto de San José de Costa y el Pacto de Derechos Civiles y Políticos.

Es quizás por esta misma razón que Bossi establece que deben existir dos premisas: “la primera es que el acceso a la información es esencial para el ejercicio de otros derechos, entre ellos, el de expresarse libremente. La segunda es que la veracidad y la credibilidad de la información que recibimos no es un detalle banal” [26].

Siendo importante entonces, como se ha planteado en el desarrollo del presente artículo, el poder distinguir la información veraz de aquella que no lo es, sin considerar en este análisis personal los sesgos o condicionamientos que tenga cada persona, pues esto como se ha planteado puede confirmar lo falso en algo real o verídico solo por reafirmar nuestras propias creencias, valores o juicios al respecto de un tema, candidato o alternativa como fue en el caso del rechazo y el apruebo en Chile.

Por tanto, es necesario comprender que cada persona es corresponsable de la democracia de su país, por lo cual debe ser responsable con lo que trasmite o dice en redes sociales o en medios de comunicación, especialmente cuando se es líder de opinión o político, ya que la democracia solo se construye con la verdad y no falseando la información que se tiene con la finalidad de lograr imponer la postura o la posición de quien emite esta fake news o busca desinformar para instaurar un miedo, un temor, una duda, que posibilite que su alternativa u opción electoral se imponga sobre otra.

En democracia, es vital actuar y decir correctamente, pues esta se cimenta entre todos los actores, pero igualmente se puede debilitar por las propias acciones o seguir ideas que no se relacionan con lo verídico y real, quizás el resultado en el plebiscito hubiese sido igualmente la victoria de la opción rechazo, pero la democracia no se hubiera debilitado en parte por mentiras, falsedades, hipocresías, o desinformaciones, pues de haberse actuado siempre en la verdad y en lo correcto, incluso quienes tenían una opción diferente hubiesen podido reconocer que hubieron múltiples causas para que fracasara el proyecto constitucional presentado por la convención, y no solo hubiese quedado la sensación en el aire que el triunfo del rechazo fue producto de fake news o desinformación.

[1] Molina, P. (2022).  Triunfo del «rechazo» | La (aparente) paradoja de Chile: 3 razones para entender el no a la nueva Constitución cuando casi el 80% estaba a favor de cambiarla. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-62790749

[2] Radovic, P. y Gómez, A. (2022). Se busca una explicación: siete razones del triunfo del Rechazo. https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/se-busca-una-explicacion-siete-razones-del-triunfo-del-rechazo/XAQJEM35Y5HVDHVL4REHVYFF7E/

[3] Molina, P. (2022).  Triunfo del «rechazo» | La (aparente) paradoja de Chile: 3 razones para entender el no a la nueva Constitución cuando casi el 80% estaba a favor de cambiarla. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-62790749

[4] Radovic, P. y Gómez, A. (2022). Se busca una explicación: siete razones del triunfo del Rechazo. https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/se-busca-una-explicacion-siete-razones-del-triunfo-del-rechazo/XAQJEM35Y5HVDHVL4REHVYFF7E/

[5] Molina, P. (2022).  Triunfo del «rechazo» | La (aparente) paradoja de Chile: 3 razones para entender el no a la nueva Constitución cuando casi el 80% estaba a favor de cambiarla. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-62790749

[6] Cobos, M. (2022). 10 razones para entender el triunfo del rechazo. https://observatorio.cl/10-razones-para-entender-el-triunfo-del-rechazo/

[7] Cobos, M. (2022). 10 razones para entender el triunfo del rechazo. https://observatorio.cl/10-razones-para-entender-el-triunfo-del-rechazo/

[8] Cobos, M. (2022). 10 razones para entender el triunfo del rechazo. https://observatorio.cl/10-razones-para-entender-el-triunfo-del-rechazo/

[9] Olmo y Romero, J. (2019). Desinformación: concepto y perspectivas. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/desinformacion-concepto-y-perspectivas/

[10] Olmo y Romero, J. (2019). Desinformación: concepto y perspectivas. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/desinformacion-concepto-y-perspectivas/

[11] Olmo y Romero, J. (2019). Desinformación: concepto y perspectivas. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/desinformacion-concepto-y-perspectivas/

[12] IFJ (International Federation of Journalists). (s.i.). ¿Qué son las fake news? https://www.ifj.org/fileadmin/user_upload/Fake_News_-_FIP_AmLat.pdf

[13] Mosqueda, E. (2020). La desinformación y su incidencia en las sociedades. https://consumoyciudadania.org/la-desinformacion-y-su-incidencia-en-las-sociedades/

[14] Ramírez, J. (2022). Chile: las fake news toman la agenda a un mes del plebiscito por la Constitución. https://www.pagina12.com.ar/446902-chile-las-fake-news-toman-la-agenda-a-un-mes-del-plebiscito-

[15] Chávez, C. y Lagos, C. (2022). La verdad… ¿cuál verdad? Información, desinformación y mala información ante el plebiscito de salida. https://palabrapublica.uchile.cl/2022/09/02/la-verdad-cual-verdad-informacion-desinformacion-y-mala-informacion-ante-el-plebiscito-de-salida/

[16] Chávez, C. y Lagos, C. (2022). La verdad… ¿cuál verdad? Información, desinformación y mala información ante el plebiscito de salida. https://palabrapublica.uchile.cl/2022/09/02/la-verdad-cual-verdad-informacion-desinformacion-y-mala-informacion-ante-el-plebiscito-de-salida/

[17] Chávez, C. y Lagos, C. (2022). La verdad… ¿cuál verdad? Información, desinformación y mala información ante el plebiscito de salida. https://palabrapublica.uchile.cl/2022/09/02/la-verdad-cual-verdad-informacion-desinformacion-y-mala-informacion-ante-el-plebiscito-de-salida/

[18] Zúñiga, D. (2022). Plebiscito en Chile: la ardua lucha contra las noticias falsas. https://www.dw.com/es/plebiscito-en-chile-la-ardua-lucha-contra-las-noticias-falsas/a-62960599

[19] CIPER. (2022). 120 residentes de 12 comunas populares de la Región Metropolitana explican por qué votaron Rechazo. https://www.ciperchile.cl/2022/09/07/120-residentes-de-12-comunas-populares-de-la-region-metropolitana-explican-por-que-votaron-rechazo/

[20] Herrera, I., Toro, P. y Segovia, M. (2022). Desinformación en el plebiscito: el vacío legal que dejó a 202 denuncias ante el Servel sin ser investigadas ni sancionadas. https://www.ciperchile.cl/2022/10/28/desinformacion-en-el-plebiscito-el-vacio-legal-que-dejo-a-202-denuncias-ante-el-servel-sin-ser-investigadas-ni-sancionadas/

[21] Herrera, I., Toro, P. y Segovia, M. (2022). Desinformación en el plebiscito: el vacío legal que dejó a 202 denuncias ante el Servel sin ser investigadas ni sancionadas. https://www.ciperchile.cl/2022/10/28/desinformacion-en-el-plebiscito-el-vacio-legal-que-dejo-a-202-denuncias-ante-el-servel-sin-ser-investigadas-ni-sancionadas/

[22] Reyes, F. (2022). Congresistas de EEUU acusan «campaña de desinformación» en redes sociales por plebiscito en Chile. https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2022/09/02/congresistas-de-eeuu-acusan-campana-de-desinformacion-en-redes-sociales-por-plebiscito-en-chile.shtml

[23] Herrera, I., Toro, P. y Segovia, M. (2022). Desinformación en el plebiscito: el vacío legal que dejó a 202 denuncias ante el Servel sin ser investigadas ni sancionadas. https://www.ciperchile.cl/2022/10/28/desinformacion-en-el-plebiscito-el-vacio-legal-que-dejo-a-202-denuncias-ante-el-servel-sin-ser-investigadas-ni-sancionadas/

[24] https://www.camara.cl/verDoc.aspx?prmID=15282&prmTIPO=INICIATIVA

[25] Bossi, F. (2021). Fake news y libertad de expresión. https://www.diarioconstitucional.cl/2021/11/17/fake-news-y-libertad-de-expresion-por-florencia-m-bossi/

[26] Bossi, F. (2021). Fake news y libertad de expresión. https://www.diarioconstitucional.cl/2021/11/17/fake-news-y-libertad-de-expresion-por-florencia-m-bossi/

Bibliografía