Transparencia Electoral monitoreó el proceso electoral de Venezuela desde su convocatoria hasta la jornada electoral del 28 de julio y los eventos sucesivos que solo pueden catalogarse como un fraude masivo.
Durante la fase preelectoral, se registraron graves obstáculos para el registro y la actualización de los datos de cerca de 5 millones de venezolanos en el exterior enedad de votar (casi 25% del padrón electoral), así como de al menos un millón devenezolanos en el territorio nacional, que no pudieron actualizar sus domicilios y cambiar sus centros de votación.
Aunado a esto, se violaron los derechos políticos de varios liderazgos a través de las inhabilitaciones ilegales (entre ellas la de María Corina Machado), la intervención judicial a partidos políticos, y la persecución a opositores y comerciantes que le brindaban servicios al comando de campaña de Edmundo González, que dejó como saldo más de 100 detenciones arbitrarias en el marco de las elecciones, muchas de ellas constituyeron desapariciones forzadas.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) se manejó con una política de opacidad informativa, el cronograma electoral no se cumplió y fue varias veces cambiado sinprevio aviso, y las acciones de su presidente, Elvis Amoroso, acabaron con cualquier atisbo de institucionalidad. De hecho, el Rector Principal Juan Delpìno denunció que el directorio no se reunió durante meses y que las decisiones eran tomadas unilateralmente por Amoroso.
Durante la jornada de votación, se registraron impedimentos para el ingreso de los testigos de la oposición en los centros de votación, puntos rojos cerca de los recintos para controlar la participación, acarreo de votantes, uso de los recursos del Estado para beneficiar al oficialismo, y falta de disposición para que los testigos y la ciudadanía observarán el cierre de mesas y la auditoría ciudadana.
En horas de la noche del domingo, el CNE anunció, a través de su Presidente Elvis Amoroso, que Nicolás Maduro había obtenido el 51.20 % de los votos (5.150.092), mientras que el candidato opositor, Edmundo González, se hizo del 44.20% de los sufragios (4.445.978).
Amoroso aseguró que la tendencia era irreversible, aunque para la hora del anuncio faltaban contabilizar más de 2 millones de votos (tres veces la diferencia entre los candidatos). El CNE no publicó las actas de escrutinio que sustentaran el resultado anunciado. Al momento de escribir este informe, a más de 72 horas del cierre de las mesas, la autoridad electoral no ha publicado las actas, y ya proclamó a Maduro como presidente electo.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y el Comando de Campaña de Edmundo González han hecho un esfuerzo extraordinario para digitalizar y poner adisposición más del 81% de las actas a nivel nacional (hasta este miércoles). Conese porcentaje totalizado, Edmundo González tiene 7.119.768 votos (67%), mientras que Maduro obtiene 3.225.819 votos (30%).
Colaboradores de Transparencia Electoral en Venezuela constataron el buen funcionamiento de la plataforma de la coalición PUD y ha accedido a algunas de las actas de escrutinio.
Por su parte, el Centro Carter, la única organización internacional acreditada ante el CNE para hacer veeduría electoral, consideró este miércoles que las elecciones no se adhirieron a los estándares internacionales de integridad y no pueden ser consideradas democráticas.
Transparencia Electoral considera que el proceso electoral no cumplió con los más básicos estándares democráticos, y los resultados anunciados por el CNE han sido forjados, constituyendo un fraude masivo.
Nota extraída de Transparencia Electoral