El pasado 7 de junio se celebraron las elecciones primarias en California y específicamente en el condado de Los Ángeles, con cerca de 6 millones de electores habilitados, se usó por cuarta vez un novedoso sistema de emisión del voto: Voting Solution for All People (VSAP).
Después de más de un década de investigación y diseño con la participación de especialistas, investigadores y representantes de la sociedad civil, el condado de Los Ángeles junto a esfuerzos privados desarrolló, certificó y manufacturó las nuevas máquinas de votación que han sido premiadas en el Clearinghouse Award de la U.S. Election Assistance Commission, EAC (Comisión de Asistencia Electoral de los EE.UU) en dos categorías: Innovación destacada en Ciberseguridad y Tecnología y en el Uso de Subvenciones de Ley Federal de Ayude a América a Votar de 2002 (HAVA).
Con pantallas táctiles tipo iPad, aplicación para preseleccionar a los candidatos antes de acudir al centro de votación, ajustes para seleccionar el idioma (entre 13 disponibles), el sistema debutó en las primarias de California en marzo de 2020 (campaña de capacitación sobre uso del nuevo sistema de votación).
En junio de 2022 nuevamente fue utilizado y para promover la participación se implementó el voto anticipado. Desde el 28 de mayo el electorado pudo emitir su voto en 120 centros de votación. Esta modalidad se usó en las tres últimas elecciones, en las que incluso se habilitaron centros de votación abiertos las 24 horas.
Otro de los cambios que hizo a este proceso único en el mundo fue dar la posibilidad a los electores de emitir su voto en cualquiera de los centros dispuestos en el condado, y que en caso de que no estuvieran empadronados, pudieran registrarse durante la jornada electoral. Además, los electores pudieron registrarse previamente de acuerdo a su preferencia partidaria, con lo cual luego de acreditar su identidad en el puesto de votación se dirigieron a una máquina de votación que los recibió con una Electronic Ballot con la información y las opciones de la competencia dentro de su propio partido. Otros electores no hicieron uso de esta opción y recibieron en cambio toda la oferta electoral de partidos y candidatos independientes.
Cerca de la mitad de los 10 millones de habitantes de Los Ángeles no habla inglés. El VSAP permitió leer (o escuchar) las instrucciones y recorrer el proceso de votación hasta en 13 idiomas. Los usuarios también pueden cambiar el tamaño del texto y el ángulo de la pantalla.
Otra de las opciones que tuvieron los electores es la de pre seleccionar sus preferencias antes de llegar al centro de votación. Esta pre selección se plasmaba en un «poll pass» con un código QR que el elector acercaba a un escáner incorporado a la máquina, que leía y presentaba en la pantalla las opciones preseleccionadas para que finalmente fueran confirmadas con lo cual el elector previsor evitó perder tiempo en el centro de votación.
Una vez que el elector seleccionaba sus opciones y emitía su voto, sus preferencias quedaban impresas en un comprobante papel que se depositaba en una urna integrada a la máquina, de manera de poder verificar, auditar y/o recontar los votos en caso de ser necesario.
En definitiva, las elecciones en el condado de Los Ángeles no solo constituyen un faro para las elecciones de Estados Unidos, sino que además lo hacen para el resto del hemisferio que sigue aferrado a un modelo de elecciones propio del siglo XIX, basado en lo que denominó como “manualismo electoral”. Hemos visto en Los Ángeles un sistema que gira en torno al votante. El condado asumió que la tecnología es un medio y no un fin en sí mismo. La puso al servicio del elector, quien ahora tiene en sus manos una amplia gama de facilidades para ejercer su derecho al voto. La autoridad electoral de este condado tuvo una visión. Definió un concepto, lo asoció con la tecnología, lo planificó, lo certificó y, finalmente lo implementó. El resultado fue inmejorable. Las autoridades electorales de América latina tienen el desafío no solo de implementar elecciones seguras y confiables en escenarios caracterizados por la desafección y la conflictividad, además deberán apelar a la innovación y a la tecnología para ponerse al elector de su lado. El modelo del condado de Los Ángeles confirma que ese camino no solo es posible y viable, sino que además representa la mejor estrategia para enfrentar los desafíos que presentan los nuevos electorados que ya no encajan en las democracias del siglo XX que todavía perduran. Las reformas electorales que vienen son las reformas imprescindibles que realizaran el pasaje de las democracias del siglo XX a las democracias del siglo XXI.
Por Leandro Querido.
Director de la OSC Transparencia Electoral. Magister en Derecho Electoral, Universidad Castilla La Mancha, España.