Cuando faltan apenas 6 días para que Nicolás Maduro reasuma como presidente de Venezuela tras las elecciones fraudulentas de mayo del año pasado, la Argentina junto con otros 13 países que integran el denominado Grupo Lima se reunirán mañana en Perú para definir una nueva estrategia de presión hacia el régimen bolivariano, que incluye propuestas de las más variadas como un bloqueo económico, el cierre de embajadas, la exigencia de una renuncia inmediata del jefe de Estado y el reclamo por la restitución de la democracia.

Durante la reunión de 14 cancilleres que se desarrollará mañana en Lima se tratará de alcanzar un acuerdo para emitir un duro comunicado contra el régimen de Maduro y emplazar al presidente de Venezuela antes de que reasuma su mandato que fue votado por medio de una Asamblea Constituyente irregular y sin presencia de opositores.

«Vamos a llevar todas las posturas convenientes para que Venezuela recapacite y Maduro sienta que hay una mayor presión regional en contra de su gobierno», explicó a Infobae un funcionario del Palacio San Martín. Está previsto que viajen a Perú para la reunión del Grupo Lima el vicecanciller Daniel Raimondi y el subsecretario de la Cancillería Leopoldo Sahores. Estos se sumarán a las comitivas de Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.

Existe una fuerte expectativa en esta reunión por la presencia del canciller de Jair Bolsonaro, Ernesto Araújo, ya que el flamante presidente de Brasil llevará una dura postura contra Maduro. De hecho, durante su asunción anteayer, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aprovechó su visita a Brasilia para reforzar el llamado a «ayudar a los que sufren en Cuba, Venezuela y Nicaragua bajo el peso de las dictaduras».

Según confiaron a Infobae fuentes diplomáticas de la Argentina, la idea de Macri es avalar un eventual bloqueo económico al régimen de Maduro aunque no estaría dispuesto a que se cierren las embajadas apostadas en Caracas ya que el presidente argentino cree que estas sedes diplomáticas pueden servir para tender un puente con la oposición venezolana y aportar para que siga instalada una ayuda humanitaria mínima para aquellos que desean huir de Venezuela.

Maduro reasumirá el jueves 10 de enero en función de la reelección que logró en los comicios del domingo 20 de mayo, que se hicieron mediante un proceso fraudulento, sin opositores y donde la comunidad internacional en general no reconoció ese resultado.

El Grupo de Lima que es una instancia multilateral que se estableció tras la denominada Declaración de Lima, el 8 de agosto de 2017, busca una salida pacífica a la crisis en Venezuela. Entre otras cosas, exige la liberación de los presos políticos, pide elecciones libres, ofrece ayuda humanitaria y critica la ruptura del orden institucional en el país sudamericano.​

No obstante, en la reunión de mañana se plantearía una iniciativa de Perú, apoyada por Colombia, Brasil, Ecuador y algunos otros países, para exigir un cierre «masivo» de embajadas para «aislar» a Maduro a partir del 10 de enero.

«Al parecer, esta postura colisiona con la idea de la oposición venezolana que quiere un éxodo de representantes extranjeros porque frecuentemente estos son la única caja de resonancia para los reclamos democráticos», confió a Infobae un diplomático argentino que sigue de cerca las negociaciones en el Grupo Lima.

Extraído de Infobae