El presidente Nicolás Maduro prometió pernil y un bono de 2.000 bolívares (3 euros al cambio) a los chavistas y los que tengan el «carné de la patria», como una forma de comprar su voto para las elecciones de concejales municipales, convocadas para el próximo domingo.

Según Maduro hay 14 millones de venezolanos que se han suscrito al carné oficialista de manera inducida por su régimen porque han sido forzados para tener acceso a la educación, vivienda y comida. El gobierno ejerce un control social y político con el carné.

Sin embargo, de las 20.000 toneladas de cerdo que ofreció Maduro apenas ha llegado la mitad (sin anunciar de dónde se importaron), lo que ha generado polémica entre los chavistas que reciben su caja de alimentos del Clap (Comité Local de Administración y Producción) una vez al mes.

En el interior del país es donde se siente mayor frustración por el incumplimiento de la promesa navideña de Maduro, quien ha hecho alardes de ser un «San Nicolás» con regalos a los chavistas. La gente humilde hace largas colas en los puntos de distribución del pernil, que son reprimidas por la Guardia Nacional Bolivariana. La frustración de la gente deriva en protestas lo que provoca violencia por parte de las autoridades.

Las peleas por un pernil se repiten este año como las registradas el año pasado cuando en realidad apenas un 10% de los chavistas recibió el codiciado plato navideño.

Extraído de ABC