El dictador venezolano, Nicolás Maduro, reapareció este domingo jugando béisbol, un día después de que el Parlamento controlado por la oposición declarara ilegítimo su nuevo mandato, medida que según él usurpa la «soberanía popular».

Uniformado como beisbolista, Maduro tomó parte en un juego entre sus ministros y el alto mando militar -considerado el principal sostén del gobierno- en un estadio de Fuerte Tiuna, la mayor instalación de la Fuerza Armada en Caracas.

«Es una Asamblea Nacional completamente inútil (…), que pretende una vez más hacer un show de destitución del presidente legítimo, usurpando la soberanía popular», dijo Maduro antes del encuentro deportivo, que fue transmitido por la televisión gubernamental.

El sábado, en el inicio de la legislatura, el nuevo presidente del Parlamento, Juan Guaidó, declaró al mandatario como «usurpador» una vez inicie su segundo período (2019-2025) el próximo jueves, y se comprometió a generar condiciones para un «gobierno de transición» que llame a elecciones.

El diputado opositor pidió para ello el respaldo de la Fuerza Armada, cuya cadena de mando, sin embargo, considero «rota» por apoyar a Maduro.

«El tal Guaidó es un títere, un agente de los gringos«, respondió el gobernante socialista en el parque Hugo Chávez.

Con respaldo de Estados Unidos, el Grupo de Lima le pidió el viernes a Maduro abstenerse de tomar posesión y transferir el poder al Parlamento hasta que se realicen «elecciones democráticas».

El gobierno izquierdista de México fue el único miembro del bloque que se apartó de esa declaración. Canadá y otros 12 países latinoamericanos firmaron el exhorto.

Maduro fue reelegido el pasado 20 de mayo en comicios boicoteados por los principales partidos de oposición, que los tildaron de fraude, y desconocidos además por Estados Unidos y la Unión Europea.

El dictador rechazó que el Grupo de Lima incluyera en su declaración una condena a «cualquier provocación o despliegue militar» de Venezuela que «amenace la paz de la región», tras un incidente con Guyana por la interceptación de buques de la trasnacional estadounidense ExxonMobil en una zona marítima cuya soberanía reclaman ambos países.

Extraído de Infobae