El 1 de octubre se celebrará el debate presidencial en Argentina, y se realizará en la Universidad Nacional de la provincia de Santiago del Estero. El último miércoles 20 de septiembre, ya pudimos observar en un primer debate, como disertaban los cinco candidatos a vicepresidente, Victoria Villarruel por la Libertad Avanza, Luis Petri por Juntos por el Cambio, Agustín Rossi por Unión Por la Patria, Florencio Randazzo por Hacemos Unidos y Nicolás del Caño por el Frente de Izquierda y de Trabajadores.

Vulgaridad: durante todo el debate abundaron las chicanas, burlas, incongruencias, los golpes bajos, gritos e insultos. Desde “nosotros te proponemos un camino lleno de amor y orgullo hasta el camino del ajuste es de los que dicen que la Argentina es un país de mierda” o “Villarruel me recuerda a Astiz porque es una infiltrada de la democracia” by Rossi, a “ahórrame preguntar gansadas” de boca de la candidata libertaria que también comunicaba que entre sus cuatro contrincantes “sumaban 76 años de vivir del Estado” mientras Rossi le repetía a los gritos que ella reivindicaba a la dictadura y ella sin negarlo, solamente repetía que defendía a las víctimas del terrorismo. Petri nos contaba con mucha templanza que la Argentina se encuentra secuestrada hace 20 años y que no se puede negociar con los secuestradores, mientras Del Caño se irritaba porque los bancos ganaron fortunas, y porque encima el FMI pide más devaluación, y porque todos los candidatos que le compiten son cómplices del FMI. Randazzo guardó sus formas mientras nos contaba que si lo conociéramos a Schiaretti y lo que hizo en Córdoba lo votábamos como candidato.

Cero propuestas: nada se dijo sobre los programas políticos de cada fuerza partidaria, escuchábamos lo que ya sabemos, vivimos y padecemos; sobre los terribles niveles de inflación, los graves problemas de inseguridad y el desorden social que nos describieron los
cuatro candidatos opositores, mientras el candidato oficialista nos relataba como junto con Massa nos van a explicar “el camino de crecimiento económico con inclusión social, con más salario para los trabajadores para fortalecer a nuestras familias para que nuestros chicos crezcan en un ambiente seguro y en un ambiente cálido”. Villarruel nos recordaba que “realmente Rossi vive en una galaxia desconocida”, mientras continuaban los gritos y ninguneos por doquier.

Tres claras estrategias: en esta riña berreta, Villarruel eligió confrontar contundentemente con Rossi y Rossi eligió confrontar contundentemente con Villarruel. Así iban y venían insolencias de todo calibre, bajo una clara estrategia donde La Libertad Avanza y Unión por la Patria definieron seguir polarizando y seguir ignorando a Juntos por el Cambio. En unos pocos momentos se escucharon críticas de Villarruel al conjunto de los cuatro competidores (los que sumaban 76 años parasitando en el Estado) o se escuchaba a Rossi culpando a Macri de la deuda externa, pero la estrategia sostenida y aguerrida quedó muy inteligentemente planteada por la libertaria y el candidato oficialista: la de seguir polarizando entre ellos en esos tonos frenéticos que estarían dando buenos resultados electorales en Argentina 2023.

Si bien las elecciones internas dejaron en claro que triunfaron los extremistas (Milei fue el que más votos obtuvo, Bullrich le ganó a Rodríguez Larreta y Massa versión nac&pop logró casi empatar contra los dos anteriores), siguiendo la lógica electoralista de antaño, podríamos suponer que las fuerzas centrípetas operarán en una contienda general, y Juntos por el Cambio desde la más sensata moderación post PASO podría atraer electorado de ambos extremos y acrecentar sus chances de ganar. Bajo esta posible premisa, La Libertad Avanza parece deducir que sería más sencillo ganar en un ballotage a Unión por la Patria y Unión por la Patria deducir que sería más sencillo ganar en un ballotage a La Libertad Avanza. A las estrategias de Villarruel y de Rossi, hay que sumarle una tercera que también quedó clara en el debate, la del candidato Petri, que tan solo en un par de momentos osó tirarle un par de reprobaciones a La Libertad Avanza, cuando nos recitó que “Sarmiento decía que todos los problemas del país se resuelven en los humildes bancos de la escuela pública” y que necesitamos una escuela pública de calidad y no privatizarla, o cuando nos avisó que “el plan motosierra -de Milei-se ha transformado en una tijerita”. Durante el resto del debate se dedicó de lleno a enfatizar que “sin eufemismos para terminar con la inflación primero hay que terminar con el kirchnerismo, que es una máquina de generar pobreza y de poner palos a los que producen en este país”, que “el kirchnerismo defiende delincuentes y desprotege a las víctimas”, y que “el kirchnerimo está quemando las naves con los argentinos adentro”, y que “el kirchnerismo te roba con los impuestos, te roba con la inflación y te roba por corrupción…”. Juntos por el Cambio eligió polarizar con Unión por la Patria, porque, bajo el supuesto (reafirmado por los resultados de las continuas encuestas que tanto se equivocan) de que La Libertad Avanza mantiene la delantera, Juntos por el Cambio y Unión por la Patria siguen buscando su segundo lugar en el mundo, para llegar a la segunda vuelta electoral.

PD1: Cuando tocó en un segmento del debate elegir con quién confrontar cara a cara, Villarruel eligió a Rossi, Rossi eligió a Villarruel, y Petri eligió a Rossi.

PD2: Así las cosas hasta la fecha, mientras continúan los debates y confrontaciones en campaña.

Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires
www.sandrach.com.ar

Fuente original: La Ribera Multimedio de Córdoba