La reducción de mesas de votación y, por lo tanto, de máquinas de votación preocupa a organizaciones nacionales de observación electoral porque contradice los protocolos de bioseguridad que recomiendan organismos internacionales para prevenir los contagios por COVID-19.

Aunque las autoridades electorales no han informado el número exacto de mesas de votación a tres días de la elección, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Indira Alfonzo, ha declarado a los medios de comunicación que se habilitarán más de 29.000 mesas.

Una cifra más precisa revela el acta de la auditoría de predespacho, según la cual se tiene previsto utilizar 29.662 máquinas de votación en las elecciones a la Asamblea Nacional del 6 de diciembre.

Aunque no se aclara si el total incluye los equipos adicionales de contingencia, contrasta con las 40.601 máquinas de votación (equivalentes al número de mesas dada la ubicación de una máquina en cada mesa) que se desplegaron en las elecciones parlamentarias de 2015.

El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) ha advertido la práctica sistemática del Poder Electoral de reducir el número de mesas de votación pese a que la población electoral se mantiene en aumento. En 2015 el registro electoral era de 19.496.365 y este año el RE preliminar alcanza los 20.733.941 electores.

“Bajo este diseño el CNE lesiona el derecho al sufragio de los venezolanos, pues deberían instalarse mesas suficientes para todos los inscritos. Pese a ello, el árbitro no ha explicado las razones de esta reducción, pudiéndose interpretar como un pronóstico de que espera baja participación al evento”, alertó el organismo en 2018.

Las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro habría afectado la importación de las nuevas máquinas de votación este año, según los rectores. No obstante, se desconocen los detalles sobre el proceso de compra, cuántas se adquirieron tras el incendio que destruyó el parque tecnológico y los costos asociados.

Aglomeración de electores 

La guía para organizar elecciones en tiempos de pandemia de la Organización de Estados Americanos (OEA) aconseja reducir la cantidad de electores por mesas de votación, lo que implica aumentar la cantidad total de mesas y centros de votación a lo largo del país.

No obstante, el Poder Electoral disminuyó el número de mesas de votación, respecto a las parlamentarias de 2015, y mantuvo un número similar de centros de votación con 14. 221 (en 2015 se habilitaron 14. 515).

En las pasadas legislativas, un promedio de 327 electores votó por mesa, si el mismo porcentaje de participación se repitiera el 6 de diciembre, se elevaría a 448 electores por mesa.

Si se hace la comparación con las seis elecciones celebradas en los últimos cinco años, el total de mesas de votación de este año solo supera a las dispuestas para los comicios de la Asamblea Nacional Constituyente en 2017 y para las municipales de 2018.

La rapidez con la que la máquina permite ejercer el derecho al sufragio (menos de tres minutos) es un elemento que han destacado los partidos que participan en la contienda electoral porque favorece el voto entubado. Esto pudiera disminuir los riesgos asociados al coronavirus pues significaría menos permanencia del elector en los centros electorales en perjuicio de la personalización del sufragio que establece la Constitución.

Protocolo sanitario

Otras recomendaciones relacionadas al uso de pantallas de acrílico para proteger a los miembros de mesa, procurar accesos y salidas diferenciadas en los centros de votación y establecer horarios exclusivos al inicio de la jornada para las personas consideradas de mayor riesgo (adultos mayores y embarazadas) tampoco están contempladas en el plan de bioseguridad que publicó el CNE.

En la página oficial está habilitado un banner que dice protocolo de bioseguridad y que despliega una infografía de cinco pasos que se resumen en el uso correcto del tapabocas, el distanciamiento físico de un metro y medio y la aplicación de alcohol o gel antibacterial al elector antes de que haga uso de la máquina de votación.

No se especifica si la máquina será desinfectada tras la emisión del voto, aunque se contempla que los miembros de mesa tengan un kit de higiene que deberán usar antes de constituir las mesas de votación, el día de la elección, y el operador del sistema integrado (responsable de captar las huellas de los votantes) tendrá que desinfectar el equipo para cada elector.

El mayor cambio que se hizo a la herradura electoral consiste en la incorporación de un portacédula, que estará ubicado junto al captahuella, para que el elector coloque su documento de identidad en este dispositivo y reducir el contacto físico. También se dispondrán varios lapiceros que serán desinfectados continuamente para que el ciudadano estampe su firma en el cuaderno de votación.

En la sede principal del CNE, ubicada en plaza Caracas, las medidas fueron más rigurosas con la implementación, incluso, de una cabina de desinfección por la que pasaban los rectores y los técnicos de la institución. Funcionarios con sensores de temperatura también chequean a los asistentes.

Mientras que la protección de los veedores internacionales, que forman parte en su mayoría del Consejo de Expertos electorales de Latinoamérica (Ceela), se garantiza con pruebas PCR de detección y kits que contienen mascarillas faciales, gel antibacterial, entre otros implementos. La prensa internacional también recibió material de bioseguridad y detalles como una tazas, bolígrafos y otros. Mientras que los periodistas de medios nacionales independientes continúan esperando las acreditaciones del Poder Electoral.

Medidas deficientes

El Centro de Justicia y Paz, el Observatorio Electoral Venezolano, Súmate y la Red de Observación Electoral Asamblea de Educación, Voto Joven entre otras organizaciones, registraron deficiencias en la implementación de las medidas de bioseguridad durante las jornadas de registro electoral, los simulacros de votación y la campaña electoral.

Hubo poca o ninguna desinfección de los equipos (captahuellas) y de los insumos (bolígrafos) que usan los electores y el personal técnico. El uso incorrecto del tapabocas y el incumplimiento del distanciamiento físico son parte de las incidencias reportadas.

El CNE publicó un Reglamento especial sobre campaña y propaganda que establece que los actos que impliquen reuniones públicas “serán de estricta observancia y cumplimiento de los protocolos sanitarios y de bioseguridad”. Sin embargo, los candidatos tanto del chavismo como de la oposición ignoraron la normativa.

 

Nota extraída de: Efecto Cocuyo

CNE dispone menos mesas de votación en pandemia