A diferencia de hace un tiempo, Mauricio Macri parece cada vez más consciente de que, debido a la dura crisis económica, hoy su reelección no está garantizada, incluso si la adversaria es Cristina Kirchner, algo que el Gobierno -de la mano de Marcos Peña y Jaime Durán Barba- siempre contó como su principal activo.

A pesar de que defiende las nuevas medidas para combatir la inflación y se muestra seguro de que el rumbo elegido es el correcto, el Presidente puso paños fríos a lo que pueda pasar en octubre si la senadora nacional, de viaje en Cuba visitando a Florencia, finalmente es candidata. 

«El kirchnerismo tiene la misma intención de voto y muchos votantes de Cambiemos pasaron a indecisos. Va a ser una elección pareja», aseguró en una entrevista con Viviana Canosa.

Asimismo, consultado sobre las internas que se viven dentro de Cambiemos y una posible fórmula junto a Martín Lousteau, Macri no lo descartó: «Lo estoy conociendo, pero no voy a pronosticar vice». 

Sí fue más tajante a la hora de hablar de la relación entre los integrantes de su mesa chica: «Es un mito que Vidal y Larreta no se llevan bien con Marcos Peña. El nivel de entendimiento y lealtad no se vio nunca en la política». Y sumó a Durán Barba, su consultor estrella: «Es brillante».

Más allá de esto, el mandatario fue claro en que la vuelta a las políticas del gobierno anterior sería un error: «No podemos volver atrás. La vuelta atrás genera mucha incertidumbre. No volvamos a las mismas mentiras».

Para argumentar este punto, explicó: «Heredamos una bomba. Nos vaciaron las reservas. Peor que lo que robaron en la década pasada es lo que desperdiciaron. Antes no tenían cloacas y convivían con la mierda. No medían la pobreza para no estigmatizar». 

Extraído de Infobae